Por Marcelo Arbit *
"Solo queremos estudiar en condiciones dignas." |
Tras dos años y medio de reclamos, petitorios y movilizaciones, nuestros estudiantes secundarios tomaron las escuelas públicas (sus escuelas) para reclamar que las arreglen, que tengan luz, agua y gas. Pero luz sin paredes electrificadas, agua con baños funcionando y gas sin peligro de perdidas.
Entonces empezaron las quejas de los macristas y sus congéneres: "pero cómo vienen a hacer política estos”, "no respetan el derecho a estudiar de los que no quieren tomas", "son antidemocráticos", "si hasta quieren hablar del aborto en las asambleas", "a la escuela se va estudiar y los reclamos hay que hacerlos después del horario de clases".
La historia de nuestro Movimiento Estudiantil, es una historia de lucha y movilización en defensa del bien común, de solidaridad con los trabajadores y los pobres y nuestros muchachos hacen honor a esa tradición.
Nacida con un gran movimiento emancipador como la Reforma Universitaria de 1918, que tomó las universidades para reclamar no sólo condiciones de estudio, sino nuevos contenidos y el gobierno tripartito, donde reclamaban la presencia de estudiantes y graduados en el gobierno frente a las trenzas de los profesores titulares.
Muchas luchas encaró el movimiento estudiantil en defensa de la educación durante el gobierno de Cámpora, donde se avanzó en la democratización y la participación estudiantil en el gobierno, resistió a las dictaduras de Onganía y cía, resistió a la brutal dictadura genocida del ´76 al ´83, como los chicos del boleto estudiantil masacrados en la Noche de los Lápices, entregando miles de víctimas junto a los trabajadores.
Luchó muy decididamente frente a las políticas neoliberales del menemato y su entrega de la educación a las corporaciones, con su ley de educación en línea con su política de eliminación de los trabajadores y la entrega del patrimonio, de los recursos naturales y de la Soberanía Nacional.
Hoy nuevamente se une a los que trabajan para construir una Argentina mejor y reclaman por la situación de los edificios escolares, para empezar a imponer un cambio de rumbo. La defensa de educación pública es sinónimo de democracia frente a las corporaciones.
Seguirán sin duda los reclamos por nuevos contenidos de la enseñanza, acordes a un país que se pone de pie frente a la oligarquía conservadora que sólo quiere educación para pocos y serviles a sus intereses.
Las tomas han sido una contribución a la educación de nuestros muchachos, allí se aprendió unidad, solidaridad, amistad, democracia, participación, se charló sobre educación sexual -que todavía no se enseña como se debe- y se crearon bases de principios que marcarán la vida de una generación.
La generación del 2001 recuperó la historia del movimiento estudiantil, HACIENDO POLITICA. Que sepan los Bullrich, los Pinedos, los Martinez de Hoz, los Biolcatti, sus comunicadores, sus medios de prensa y audiovisuales, los que defienden la educación privada, los militaristas que seguro ya abrieron carpetas con los "antecedentes" de estos nuevos dirigentes estudiantiles, que estos muchachos son los hijos de un pueblo que defiende la democracia y no a las corporaciones.
Cada generación se incorpora a la historia con una impronta propia. Esta generación será sin duda la que clausuró el proyecto “Macri Presidente” y contribuyó s a defender la democracia frente a las corporaciones que quieren destruir la Escuela Pública.
Salud muchachos, los estudiantes son los futuros trabajadores y retoman el camino gritando a voz en cuello OBREROS Y ESTUDIANTES, UNIDOS ADELANTE
* Marcelo Arbit fue dirigente estudiantil en los ´70 y Secretario General del Centro de Estudiantes de Medicina de la UBA. Actualmente es Secretario de Ecología y Ambiente de la Central de Movimientos Populares (CMP)
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