por Marcelo Arbit
Preocupados por el curso que va tomando la unión de pueblos y naciones a nivel global, desde la perspectiva SUR SUR, el eje EEUU, Londres y Tel-Aviv, despliega sus iniciativas desestabilizadoras, con la intención de fomentar la guerra, frente a la debacle que azota a los países del norte con millones de desocupados. Ajustes fondomonetaristas contra trabajadores, jubilados y jóvenes sin futuro.
Millones de trabajadores se movilizan, cortan rutas, hacen barricadas (piqueteros como era acá), enfrentan a la represión en Francia, España, Grecia, Irlanda y otros países de Europa, no tienen otra salida, el neoliberalismo unido a la xenofobia mas brutal, los empuja al hambre y la miseria. El imperialismo prepara la guerra como salida de emergencia del capitalismo salvaje y brutal.
Barcos, submarinos y aviones transportan por todo el orbe armas nucleares, amenazando a los pueblos de Irán, Corea del Norte, Venezuela, Irak, Argentina con Malvinas; síntoma de una gran debilidad para superar su propia e irreversible crisis.
La unión de los trabajadores, los pueblos, y los gobiernos democráticos y antiimperialistas, es la garantía para frenar los intentos de someternos.
Nuestro Gobierno Nacional hoy juega un gran papel a nivel regional y mundial en este noble objetivo. La Secretaría General de Néstor Kirchner en el UNASUR, la Presidencia del G77 de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, así como el asiento en el G20, marcan el profundo avance de nuestro enraizamiento a nivel continental y mundial. Giro político realizado a partir de impedir que el FMI imponga sus condiciones en la política nacional y de haber roto con el consenso de Washington y la política bushista del ALCA, enterrada en Mar del Plata en el extraordinario acto impulsado por las organizaciones sociales, políticas, gremiales y de derechos humanos.
Para terminar de enterrar al neoliberalismo, es necesario profundizar el proceso iniciado en el año 2003, la oligarquía terrateniente, especuladora, bancaria, comunicacional, unida a las grandes corporaciones multinacionales, debe perder su poder para incrementar la distribución. Ellos son los “gorilas”: El 80% de la tierra esta en manos de unos cientos de familias, multinacionales compraron tierras reservorio del agua y otros recursos naturales que son de todo el pueblo; mientras millones de compatriotas y pueblos originarios reclaman tierras para cultivos, o para construir vivienda digna. Vivimos en un país rico con ciudadanos pobres, es necesario producir un cambio revolucionario, como lo fueron la AFJP o La Asignación Universal Por Hijo.
La riqueza esta, hay que impedir que la taba la sigan manejando los fuyeros de siempre, para eso necesitamos avanzar en la organización del pueblo, ampliar la base de sustentación del Proyecto Nacional y Popular, unir los trabajadores formales y los informales. Es la humilde opinión de este militante, la nueva etapa nos reclama grandes objetivos y porque no, sueños. Los trabajadores informales que resistieron al neoliberalismo pretenden un mayor espacio en la construcción del poder político y popular.
Es impresindible:
- Generar Trabajo decente, la estrategia principal es unir el esfuerzo del Estado con los movimientos sociales. La Central de Movimientos Populares (CMP), que preside Luis D’Elía es un gran exponente de esta realidad para promover a través del Seguro de Empleo y Capacitación, con la Cooperativas Argentina Trabaja, y otras iniciativas. El desarrollo de trabajo autogestionario, es una de la formas principales de terminar con el "Llamado Ejercito de Reserva" que requiere el capitalismo para mantener bajo los salarios.
- Los movimientos sociales, están liderando la conformación de un movimiento político con aptitud electoral, para que MILES de compatriotas se integren, para ampliar la base social del Gobierno y aseguremos el triunfo en el 2011.
Marcelo Arbit
Marceloarbit2006@yahoo.com.ar
Twitter: @marceloarbit
cel 1536558020
3 comentarios:
Coincido plenamente con la editorial. Los políticos argentinos sabian que si mantenían el tipo de cambio constante y fijaban el valor del peso, al del dólar se arriesgaban a sumir nuestra economía en la recesión (un efecto previsible ante la revalorización del dólar.
Menem y sus secuaces, sabían que su política respecto al peso no podría mantenerse excepto que se redujera la relación deuda nacional-PIB.
Pero la ambición desmedida y tener pan y gloria para hoy, y hambre para mañana, nos trajo al caos que aun hoy intentamos sobrellevar.
MUY BUENO EL SITIO Y COINCIDO CON LA LUCHA POR ESTABLECER Y DEFENDER EL PROYECTO NACIONAL Y POPULAR.
Che, porque nunca leemos una notita asi de profunda en Clarín o la Nación?
¡Ja ja, una cuota de humor para los cumpas!
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