Gadafi se ve a sí mismo como Zaim -un líder gurú- o el rey de reyes de África, título con el que se ha referido a sí mismo en varias ocasiones en los últimos dos años.
Muammar Gadafi se sitúa peligrosamente en la negación. Por desgracia, así ha sido durante mucho tiempo.
Gadafi ha gobernado Libia durante los últimos 42 años con mano de hierro, pero insiste en que no tiene ningún papel oficial y por lo tanto no puede dimitir. ¡De otro modo, lo habría hecho hace mucho tiempo!
Se ve a sí mismo como Zaim -un líder gurú- o el rey de reyes de África, título con el que se ha referido a sí mismo en varias ocasiones en los últimos dos años.
¿Cómo se puede renunciar a la grandeza?, se pregunta, tras relatar su heroísmo, su sacrificio y valentía de las últimas décadas.
En realidad, ha dilapidado la fortuna de su país, ha malgastado sus recursos y violado a su pueblo. Ha malgastado cientos de miles de millones de dólares de ingresos procedentes del petróleo.
Él y su familia controlan el presupuesto del Estado. Sin embargo, insiste en que no tiene dinero ni fortuna y nada de lo que desprenderse. ¿Por qué tendría necesidad alguna de ello, cuando de hecho ha reclamado todo el país?
Uno se queda sin palabras al escucharle diciéndole a los libios: Vayan y protejan su petróleo.
De tal palo tal astilla
Gadafi senior, como Gaddafi junior antes que él el lunes, se dio un paseo televisivo sin fin el martes, con poca coherencia, muchas amenazas y más chantaje político.
Hablando tanto al público doméstico como a los responsables occidentales, agitó el espectro de la guerra civil, el baño de sangre y la amenaza de que al-Qaeda tomase diversas partes del país.
Advirtió de que recurrirá a todos los medios para prevenir la descomposición de Libia.
En los últimos días, su régimen ha matado a cientos de personas. Al parecer, ha utilizado su fuerza aérea para bombardear ciudades libias, pero insiste en que todavía no ha ordenado el uso de la fuerza.
Pero sí amenaza con matar a todos los participantes en la revuelta, en conformidad con la ley libia, según dice.
Peor aún, amenaza con incendiar el país, comportándose como si su gobierno fuese un ocupante extranjero.
Durante muchos años, Gadafi, su familia y tribu han mantenido su dominio mediante el mantenimiento y la deformación del propio orden tribal del cual trata de protegerse.
Está acostumbrado al chantaje político y a los sobornos financieros. Amenazó con la fuerza para mantenerse al frente del régimen.
En el proceso, gran parte de la riqueza del país ha sido gastada. Y con ella toda posibilidad de desarrollo, mientras su dictadura suprimió el pluralismo, la creatividad y la libertad de expresión.
Mientras tanto, el desempleo se ha disparado en esta "economía rentista" de un 25% a un 33%. Gadafi ha convertido un país rico en petróleo en un país pobre en más de un sentido.
Peligrosa llamada a las armas
Al mismo tiempo que admitió que la policía se ha negado a enfrentar o disparar a los manifestantes, hizo un llamamiento a los fieles y violentos "comités populares" para defender su "revolución", ya sea individualmente o uniendo fuerzas con los miembros de sus tribus.
Ciertamente, la fuerza más mortal y peligrosa en los próximos días serán los comités populares y su asociación con las milicias privadas del régimen de Gadafi, sus hijos, primos y tribu.
Parece que estas milicias, bien armadas y bien financiadas, han estado realizando actos de violencia contra los manifestantes pacíficos. Posiblemente con la ayuda de mercenarios de varios países vecinos.
A menos que el ejército de Libia ponga fin a las violaciones y la violencia de las milicias, los enfrentamientos podrían ir en aumento.
Por desgracia, hay poca información en cuanto a la relación actual entre el ejército y las milicias. Pero uno sospecha que no debe ser buena, desde el momento en que se ha recurrido a las milicias para mantener el ejército bajo control.
Es por eso que los tomadores de decisiones árabes e internacionales deben tratar de impedir la escalada de violencia, dejando claro que quienes cometan crímenes contra el pueblo libio no tendrán futuro en su país, y con el tiempo serán castigados por sus crímenes.
Y que el ejército tiene la responsabilidad de proteger al pueblo y la unidad del país.
Autor: Marwan Bishara - Fuente: Al Jazeera - Traducción de Webislam
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