Desarrollo de matrices de opinión centradas en déficit reales o potenciales.
Cabalgamiento de los conflictos y promoción del descontento.
Promoción de factores de malestar, entre los que destacan:
desabastecimiento, criminalidad, manipulación del dólar, paro patronal (lockout) y otros.
Denuncias de corrupción, promoción de intrigas sectarias y fractura de la unidad.
2da etapa: deslegitimación
Manipulación de los prejuicios anti-comunistas (anti-populistas).
Impulso de campañas publicitarias en defensa de la libertad de prensa, derechos humanos y libertades públicas.
Acusaciones de totalitarismo y pensamiento único.
Fractura ético-política.
3ra etapa: calentamiento de calle
Cabalgamiento de los conflictos y fomento de la movilización de calle.
Elaboración de una plataforma de lucha que globalicen las demandas políticas y sociales.
Generalización de todo tipo de protestas, exponenciando fallas y errores gubernamentales.
Organización de manifestaciones, trancas y tomas de instituciones públicas (no respeto a las instituciones) que radicalicen la confrontación.
4ta etapa: combinación de diversas formas de lucha
Organización de marchas y tomas de instituciones emblemáticas, con el objeto de coparlas y convertirlas en plataforma publicitaria.
Desarrollo de operaciones de guerra psicológica y acciones armadas para justificar medidas represivas y crear un clima de ingobernabilidad.
Impulso de campaña de rumores entre fuerzas militares y tratar de desmoralizar los organismos de seguridad.
5ta etapa: fractura institucional
Sobre la base de las acciones callejeras, tomas de instituciones y pronunciamiento militares, se obliga la renuncia del presidente.
En casos de fracasos, se mantiene la presión de calle y se migra hacia la resistencia armada.
Preparación del terreno para una intervención militar del imperio o el desarrollo de una guerra civil prolongada.
Promoción del aislamiento internacional y el cerco económico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario